Menos seis y medio en la boca norte del túnel de Vielha, da más miedo aparente la caravana de 19.000 esquiadores subiendo en romería al Naut Aran que el frío a pasar en cara norte. Pero el mercurio manda, y el día despejado obliga a permanecer al sol para gozar de él y de la nieve recién caída, aunque esta sea venteada. Descubrimos el camino de verano, por el cuál recuerdo bajar en bichicleta como un energúmeno, desde la pista de Pomaròla, pero en esta vez descendiendo como perro patán destrozando los esquís, recomendable para el último tramo, o más nieve o llevar esquís viejos. Vistas magníficas desde la cima hacen ver la belleza del Pirineo nevado. Nieve de primera
Gracias a un padre de familia tuvimos una buena traza abierta hasta mitad de trayecto. A partir de allí más solos que la una.
Quién tuviese un chalecito en la Val d’Aran…
Preciosas vistas del Valle del Riu Nere, Vall d’Horno
Acceso a la cima esta vez con crampones. No tuvimos suficiente valor de ir por el colladete para remontar la cornisa, así que decidimos ir directos por la barrera rocosa.
Maladetas desde el mirador de la cima
Y de regreso ya al coche, habiendo pasado los esquís un momento horroroso por el camino de verano.