Montcorbison, centinela de Vielha. Paseando por sus callejuelas te encuentras siempre con su silueta de fondo. Lo miras desde la lejanía, y tu imaginación te invita a trazar la bajada desde las antenas de su cumbre hasta Casau, atravesando bosques de abetos, hayedos y prados alpinos. Tan solo para que se haga realidad, tiene que caer una buena nevada con frío posterior. Componentes que se dieron el pasado sábado.
La entrada al tubo presentaba unas condiciones de nieve polvo increíble.
Salir y entrar con los esquís desde un pueblo es un lujo que pocas veces ofrecen los Pirineos. Acaba dándole un carácter a la excursión más humano. Hay que aprovechar Febrero y el frío para hacer las esquiadas en cotas bajas, antes de movernos hacia territorio más inhóspito y alpino.