Para las faenas más duras, hay que ir bien equipado y a ser posible, con estilo. Por ello, en mi último viaje a Chamonix, seleccioné los mejores complementos, para regocijarme en un «show off» ante los Londinenses de la City y los adinerados Rusos.
Llevé unos guantes Kapataz, auténticos de ferretería. Nueve euros en el Alberto Soler de Lleida. Acabé estando al mismo nivel «chic» que las pestañas con rímel, y los conjuntos Moncler con ribetes de oro, marcando estilo en Grand Montets y en restaurantes de alrededores.
Los guantes se comportan bien, llevan capa de Thinsulate, que los hace más agradables al tacto que el borreguillo con el que iban forrados antiguamente. Se echa a faltar la parte de la muñeca más larga para tapar más, y un pequeño velcro que pueda fijar la presión sobre la mano, de manera que no se escapen.
Si eres de los que destroza guantes por temporada, y has descubierto también que lo del gore tex es algo que acaba encareciendo este componente en exceso, quieres ser el tío más hipster en el monte, lo tuyo es pasarte a Kapataz o similares.
Pros
- Economía. El esquí debería dejar de ser un deporte caro.
- Estética Hipster, industrial y rústica.
- Resistentes.
Contras
- Algo cortos a nivel de muñeca
- Olor vacuno cuando son nuevos
- No indicados para frío extremo
Además son fantásticos para recolectar las delicatessen de «le terroir»
Un comentario en “Kapataz, para las grandes faenas”